domingo, 31 de enero de 2021

OS DEJO EN BUENAS MANOS

  Buenas tardes querido grupo. Estoy regular y ha venido una profesora a sustituirme. Se llama Beatriz y será quien os acompañe durante este curso. Ha sido un placer el estar con vosotros y os deseo lo mejor.

Un fuerte abrazo.

Arturo.

lunes, 18 de enero de 2021

ARTE ENTRE DOS SIGLOS, XIX Y XX : EL MODERNISMO

  

INTRODUCCIÓN AL MODERNISMO


Modernismo en España


Con el término Modernismo o Art Nouveau designamos la corriente estética, ligada a la arquitectura y a las artes decorativas fundamentalmente, que se desarrolla en Europa entre los años 1890-­­1910. Esta etapa corresponde con el periodo denominado Belle Èpoque. Presenta una idea de modernidad, una voluntad renovadora, aunque podemos considerarlo como el último gran movimiento artístico del siglo XIX, antes que el primero del siglo XX.


El término Modernismo se acuña poco antes de 1900 y responde a la euforia de una generación que se considera diferente a la anterior, es la generación del aeroplano, teléfono, luz eléctrica, etc. cimas dev desarrollo jamás conseguidas anteriormente. La expresión Art Nouveau fue empleada por primera vez por Edmond Picard en 1894, en la revista belga L´Art moderne para calificar la producción artística de Henry van de Velde. Aunque al parecer el nombre fue inventado por el propio Van de Velde. De Bélgica pasó a Francia donde en 1895 en París, S. Bing, un coleccionista de arte japonés, abrió una galería especializada en artes decorativas llamada La Maison de l´Art Nouveau. El Modernismo o Art Nouveau se convirtió en el estilo moderno por excelencia, frente a los historicismos eclécticos del siglo XIX. Surgió en Europa siendo los centros creadores del Modernismo más importantes:
Bruselas, Barcelona, Glasgow, Viena, Praga, París y Melilla. Rara es la ciudad europea que no tiene en su patrimonio arquitectónico algún edificio modernista. 

El Modernismo nació con pretensiones de universalidad, de convertirse en un estilo internacional presentando distintas denominaciones según los países: 
  • Modern Style en Gran Bretaña.
  • Secessionstil o la Secesión vienesa en Austria.
  • Art Nouveau en Francia.
  • Liberty o Floreale en Italia
  • Jugendstil en Alemania.
  • Modernismo en España.
Fue un movimiento cultural de gran complejidad y no muy homogéneo porque en cada país va a tener sus propias peculiaridades. Así, encontraremos una vertiente más geométrica (el caso escocés) y otra más naturalista (con pasión por la curva-­­contracurva como se muestra en Bruselas, Nancy o en Barcelona). Son diferentes variantes de un mismo movimiento. Pero común a todos fue el rechazo de los estilos históricos y la pretensión de imitar algunas formas y procesos de la naturaleza

El Modernismo fue un movimiento cultural hedonista, que muestra cierto optimismo y alegría de vivir. Busca la belleza y elegancia como muestran la espectacularidad de algunos de sus propuestas (como la arquitectura de Gaudí). El Modernismo es el arte de la burguesía triunfante. Implicó el “lavado de cara” de las ciudades (puertas, farolas, picaportes, etc.) Hay un cuidado extremo en todos los detalles. 

El Modernismo aspiraba a ser un “estilo”, el de la civilización industrial. Los motivos decorativos del Modernismo son muy variados. En general son formas estéticas de impacto rápido, de gran exquisitez formal a base de líneas curvas, parabólicas y serpenteantes, de estilizaciones naturalistas (florales y animales). Predomina mucho -­­sobre todo en Francia y Bélgica-­­ el arabesco denominado “golpe de látigo”. Se han visto rasgos comunes sobre todo con el Rococó francés y de hecho se ha dicho que fue una especie de revival de ese estilo francés, por su pasión por las líneas curva y contracurva que ya se vislumbraban en Van Gogh o en Toulouse-­­Lautrec. Son patentes las influencias orientales, sobre todo del arte japonés pero también del arte chino, persa o egipcio.
El Modernismo buscaba hacer realidad la idea del arte total, propiciando la fusión de la arquitectura con la pintura, la escultura, las artes decorativas (vidrio, joyería, cerámica, forja, artes gráficas, mobiliario…). Manifestaba la voluntad de embellecer la vida moderna en todas sus manifestaciones desde las viviendas hasta las cuberterías, las telas, los picaportes, los pendientes,... De hecho, Van de Velde llegó a diseñar hasta el peinado y vestuario del ama de casa. Fue un movimiento hiperdecorativo, con una fuerte carga esteticista. El diseño fue, en términos generales, muy refinado, y no se escatimó en la calidad y variedad de los materiales. Cuidaron mucho los acabados artesanales y la apariencia artística de todos los elementos, pero se mostró también audaz en el empleo de nuevos materiales y en la adopción de estructuras industriales. Con frecuencia el Modernismo es meramente epidérmico, es decir, sólo se aprecia en los motivos decorativos, pero no en el resto de la construcción. Conciben el espacio generado desde el interior hasta el exterior, encubriéndolo artísticamente. En España llegó con cierto retraso. El modernismo se extendió por medio de revistas de arte y moda, por la publicidad, las exposiciones universales, etc.


LA EXPANSIÓN DEL ART NOUVEAU EN EUROPA

BÉLGICA 



VICTOR HORTA: CROQUIS CASA TASSEL. 


Croquis detalle de la escalera y muros, además se aprecia la Línea Hortal o también llamada Línea Látigo

El Modernismo o Art Nouveau surge en Bélgica con las primeras creaciones de Victor Horta y de ese país se expandirá por toda Europa. Dos nombres dominaron la arquitectura del “nuevo estilo” que se estaba forjando en Bruselas: Victor Horta (1861-­­1947) y Henry Van de Velde (1863-­­1957). En ellos parecen unirse las influencias inglesas con las parisinas. 
Victor HORTA (1861-­­1947) ha pasado a la posteridad como el ideólogo del movimiento. Fue uno de los primeros arquitectos en tomar conciencia de las posibilidades expresivas -­­y no sólo utilitarias-­­ del hierro. Hizo que algunas vigas y bandas de este material se curvaran como tallos vegetales o como “golpes de látigo”, célebre motivo decorativo que usará con profusión. También se interesó, como todos los modernistas, por la decoración. Característico de Horta son sus diseños de escaleras, donde se hace presente su pasión por los arabescos y las líneas sinuosas. Asimismo, concedía gran importancia a las fachadas, de gran elegancia y en las que no solían faltar los miradores. En Horta, las formas florales eran algo más que un ornamento adicional, eran elementos estilísticos que transformaban el edificio, buscando dinamismo y belleza.
Formado en París y en la Academia de Bruselas, su primera obra netamente modernista y uno de los primeros edificios de ese estilo en Europa, fue la casa del profesor Paul-­­ÉmileTassel (c.1892). La distribución interior de esta vivienda era completamente novedosa: los pasillos y las habitaciones se fundían produciendo la sensación de una absoluta fluidez espacial. Presentaba mosaicos en el suelo también inspirados en formas florales. La lujosa casa Solvay (1895-­­1900) o su propia vivienda, hoy Museo Horta, son también relevantes ejemplos de la arquitectura Art Nouveau bruselense. Desgraciadamente una de sus obras más interesantes, la Casa del Pueblo, de 1897, fue derruida en 1966.

Henri VAN DE VELDE (1863-­­1957) 


Fue la otra gran personalidad del Art Nouveau belga. Pintor, arquitecto, diseñador y teórico de las artes, ejerció mucha influencia en la Europa de su época. En 1895 diseñó todos los elementos de su propia casa, desde el edificio hasta los muebles. Demostraba así, una adhesión a la idea de la “obra de arte total”.  Se inspiró en el movimiento inglés Arts and crafts y dejó las bases de la presitigiosa bauhaus que cambiaría el arte del siglo XX.


FRANCIA 

Alegoría de la fortuna


En Francia se produce una combinación de las distintas tendencias Art Nouveau, en especial la influencia de la escuela belga –más en sintonía con el gusto neorrococó de la burguesía francesa-­­. En el modernismo francés destacan los ejemplos de París y Nancy. 

Héctor GUIMARD. Boca de metro de París.

Héctor GUIMARD (1867-­­1942) es el principal representante del Art Nouveau del país galo con sus célebres bocas del Metro parisinas. La intención de Guimard era embellecer la ciudad industrial sin modificar el trazado urbano a través de motivos ornamentales curvilíneos que aplica en el cristal y el hierro.

 Como curiosidad hay que destacar que en Montreal (Canadá) hay algunas estaciones de metro que imitan las de Guimard de París. A Guimard se le debe también la realización de la bellisima escalera de los grandes almacenesLafayette (1900) de la capital francesa. 



AUSTRIA 
Gustav Klimt. El beso.

Otto Wagner. karlsplatz.

En Viena el movimiento modernista es de una gran originalidad y tiende, no solo hacia formas ondulantes sino geométricas dentro de un gran esteticismo.
La vertiente austriaca del Modernismo surgió en 1897 y se denomina Secesión vienesa. Fue una asociación de pintores, escultores, arquitectos y diseñadores que reaccionaron contra el academicismo imperante y apostaron por un arte nuevo. Entre los artistas vinculados a este movimiento cultural sobresalen:  Gustav Klimt, Otto Wagner y Olbrich. Preconizaban la idea del arte total. La revista oficial de este grupo se llamaba Ver Sacrum. 


Los máximos representantes de la arquitectura modernista vienesa fueron Otto WAGNER (1841­­1918) y Joseph María OLBRICH (1867-­­1908). Otto Wagner realizó las estaciones de Metro de la Karlsplatz vienesa (1898) con su estructura de metal curvado que enmarca paneles florales o en la llamada Majolikahaus (1898), bloque de viviendas que presentan la fascinación por lo curvilíneo en los balcones e hiperdecorativos motivos vegetales realizados en placas de cerámica mayólica.

Joseph María OLBRICH. La sede de la Secesión
 
Olbrich, discípulo de Otto Wagner, realizó la sede de la Secesión, sala de exposiciones de este grupo (1898-­­1899) en Viena, uno de los edificios más emblemáticos de ese estilo. En este bellísimo edificio, donde se puede leer en la entrada el lema del grupo “a cada época su arte, al arte la libertad”, destaca una cúpula metálica calada con motivos ornamentales florales simulando un seto vegetal. Entre los motivos decorativos del edificio hallamos cabezas de gorgonas que simbolizan la pintura, la escultura y la arquitectura. También encontramos tres lechuzas que aluden a la diosa Atenea, referente de sabiduría y de protección a las artes. En el interior del edificio se conserva el friso de Beethoven realizado por Klimt. La belleza cúbica y limpia de los volúmenes anticipa las composiciones de los protorracionalistas.


ESCOCIA (Reino Unido)


Escuela de Arte de Glasgow

Otro foco de gran interés de la arquitectura modernista, pero con un lenguaje propio, que enfatiza lo geométrico, lo encontramos en Glasgow de la mano del arquitecto y diseñador escocés Charles Rennie MACKINTOSH. Fue uno de los grandes arquitectos y diseñadores de todos los tiempos. Fue considerado como uno de los pioneros del diseño moderno.
Fue un artista muy completo y diseñó todo tipo de objetos domésticos, desde cubertería hasta telas, vidrios, trescientos muebles, relojes, fue pintor de paisajes. En su obra fue esencial la colaboración de su mujer Margaret. De su esposa dijo que “Margaret es un genio, yo sólo tengo talento”. Su obra esencial es la remodelación de la Escuela de Arte de Glasgow (1898-­­1909) pero luego sus encargos disminuyeron entre otros motivos por la crisis económica que Glasgow sufrió hacia 1910. 
Mackintosh decidió trasladarse a Londres en 1915 y allí acabó solo, pobre y alcoholizado dedicándose a pintar paisajes. Fue una estrella fugaz. En sus diseños se han señalado influencias japonesas, también celtas. Entre sus obras destaca Hill House (Es, el tea room de Miss Cranston en Glasgow, The House for an Art Lover, etc.  Algunas obras y datos del autor.




ESPAÑA

Antonio GAUDÍ, el genio del Modernismo catalán.

BARCELONA fue una de las principales ciudades vinculadas al Modernismo. Allí encontraríamos a los mejores arquitectos de este movimiento, como Luis Domènech i Montaner innovador arquitecto (su obra cumbre fue el maravilloso Palau de la Música Catalana de Barcelona). Pero ningún arquitecto de su generación puede compararse al catalán Antonio GAUDÍ (1852-­­1926). Gaudí suele ser considerado el gran maestro del modernismo catalán, pero su obra va más allá de cualquier estilo o intento de clasificación, es una obra personal e imaginativa que encuentra su principal inspiración en la naturaleza. Es una de las figuras más importantes de la arquitectura universal. Gaudí se inspiraba en la naturaleza para llevar a cabo sus obras (células orgánicas, ramificaciones de los árboles, los huesos y tendones animales, las escamas de los peces y reptiles, las rocas, etc.). También se hace presente en él la influencia de diversos estilos artísticos como el arte barroco o el gótico y la presencia de constantes referencias religiosas. Los exteriores de sus edificios se mueven en poderosas ondulaciones. Fue un verdadero genio, muy creativo, innovador y original. Ha sido comparado con Borromini. Tuvo una salud frágil y políticamente era cercano al catalanismo. 


En vida contó con el apoyo y la amistad de grandes mecenas como Eusebio Güell, el marqués de Comillas o Pedro Milá. Gaudí fue además un consumado diseñador de muebles (sillas, armarios, etc.) y valoraba muchísimo todos los detalles ornamentales en su arquitectura. Su fortuna crítica ha sido variable. En vida tuvo un gran renombre, aunque algunos de sus proyectos como el Parque Güell fueron un fracaso económico. Pero en los inicios del siglo XX recibiría las críticas de los arquitectos vanguardistas, ligados al funcionalismo y al Movimiento Moderno que rechazaban el estilo decorativo y burgués del Modernismo y por ende, de Gaudí. Sin embargo, hoy en día es muy valorado y millones de turistas de todo el mundo visitan sus obras. 
Murió atropellado por un tranvía en Barcelona. Por su aspecto de mendigo tardaron en darse cuenta que se trataba del genial arquitecto. 

Palacio Güell, edificio historicista.

Sintetizando mucho, podemos diferenciar dos etapas en su obra:

Durante la primera, muy influida aún por el historicismo contemporáneo, construye edificios con abundantes referencias neomudéjares y neogóticas. La obra maestra de esta etapa es el Palacio Güell, notable por la cúpula central y por la terraza, poblada por un conjunto fantástico de formas geométricas y naturalistas.




Parque Güell

La segunda fase es mucho más personal, aunque acusa la influencia de las formas curvilíneas del Art Nouveau franco-belga. La obsesión de Gaudí por imitar las formas y los procesos de la naturaleza se nota especialmente en el Parque Güell, que se concibió como una urbanización de lujo en una finca con fuerte pendiente. La arquitectura y la escultura se funden en este parque con las formas naturales. Gaudí era un hombre muy religioso y su honda religiosidad se hace presente en casi todas las obras de este último período. 
Casa Batlló

CASA MILÁ O LA PEDRERA


La Casa Batlló fue cubierta con un tejado de escamas verdosas, como si fuera un dragón gigantesco a punto de ser abatido por la cruz de elementos florales que hay sobre un pequeño torreón. Esta escondida lección moral y religiosa es comparable a la de la vecina CASA MILÁ, (también conocida como LA PEDRERA, en la que se evocó a Montserrat, la montaña sagrada de Cataluña. La CASA MILÀ, llamada popularmente LA PEDRERA (pedrera, en catalán, significa cantera), fue realizada por Gaudí entre los años 1906 y 1910 en la cosmopolita calle barcelonesa del Paseo de Gracia. La casa fue un encargo de P. Milá, quien al contemplar la belleza de la Casa Batlló quedó maravillado y por eso encargó a Gaudí la realización de este edificio. El proyecto debería contemplar además áticos, cocheras, cuadras para caballos y un estacionamiento subterráneo para automóviles (uno de los primeros en construirse en Europa). Para la construcción de la casa Gaudí contó con la cercana participación de varios colaboradores (artesanos de la forja, estucadores, etc.) buscando crear la obra de “arte total como era habitual en los modernistas. Posee un total de seis plantas y la azotea, así como los dos grandes patios interiores, uno circular y el otro ovalado, comunicados entre sí. Se trata en realidad de un edifico dual, es decir dos edificios unidos en los que los elementos arquitectónicos se relacionan entre sí. Además de la residencia de los Milá que ocupaba todo el segundo nivel, cada piso estaba compuesto de cuatro apartamentos. Las habitaciones se organizan alrededor de dos patios que las dotan de iluminación y ventilación. Por tanto, cada apartamento gozaba de vista tanto a la calle como hacia el patio interior. Por lo que se refiere a la fachada, es un muro cortina que envuelve la estructura principal. Gaudí aprovechó esta ubicación en chaflán para plantear una impresionante fachada ondulante recubierta en piedra, en las que su ubican con libertad grandes ventanas. Toda la fachada está realizada en piedra natural, salvo la parte superior que está cubierta de azulejos blancos, cuya combinación evoca una montaña nevada. La libertad con la que se desenvuelve la fachada con respecto a la estructura es una referencia de Gaudí de la piel cubriendo el esqueleto. El bellísimo hierro forjado de los balcones simula plantas trepadoras. Es un ejemplo paradigmático de arquitectura escultórica. 
La azotea-terraza es de una fantasía exuberante, las chimeneas presentan formas que recuerdan guerreros, y componen un bosque de figuras que sorprende por su variedad y el vanguardismo de las formas. Gaudí decía que si el humo sube retorciéndose, se le ayudaba en su salida dándole a las chimeneas forma helicoidal. Algunas chimeneas están decoradas con trozos de vidrio y cerámica, es decir, trencadís como los que aparecen en el Parque Güell. El acceso a la azotea es mediante ocho escaleras de caracol que están decoradas exteriormente con fragmentos de baldosas de mármol. Esta forma de recubrimiento le permitía adaptarlo a las formas curvas que surgían de su fantasía. La casa Milà fue la última obra civil ejecutada por Gaudí, antes de centrarse de lleno en el desarrollo de la iglesia de la Sagrada Familia. Se ha considerado esta obra como un juego, un experimento estético modernista hiperdecorativo pero un tanto incómodo para vivir dado el carácter ondulante de paredes, techos, etc. Esta obra no estuvo exenta de polémica. Algunos dibujos publicados por la prensa la ridiculizaron como un garaje para dirigibles o como una mona de Pascua. Llegó a ser definida como “aberrante”. La construcción de este edificio provocó varios problemas administrativos al sobrepasar sus medidas a las establecidas por las Ordenanzas Municipales. El reconocimiento por parte del Ayuntamiento del edificio como obra de interés artístico, justificó su no sujeción a las normas.


La Sagrada Familia.

Gaudí inicialmente sólo construyó entera la fachada del Nacimiento con sus 4 torres porque era consciente que no la vería terminada, por su edad. De hecho aun no está terminada.

Antoni Gaudí, que pretendía crear el templo perfecto, presenta la vida de Jesús y la historia de la fe. Las 18 torres están dedicadas a importantes personajes de la Biblia y así se refleja en sus dimensiones: 12 de ellas representan a los apóstoles, 4 a los evangelistas, una a la Virgen María y la más altas de todas a Jesucristo, que estará rematada por una cruz que alcanzará los 172 metros de altura. Cuando esté terminada, la Sagrada Familia será la construcción más alta de Barcelona y la iglesia más alta del mundoMás sobre el templo.


  LA ESCULTURA MODERNISTA

Bailarina rusa. Paul Philippe. 

La escultura fundida en la arquitectura.

El Modernismo abogaba por la libertad creadora a diferencia del academicismo anterior, y la escultura no fue una excepción. Conviene recordar que la escultura modernista no surgió necesariamente al margen de la arquitectura, ya que es muy frecuente encontrarla integrada en los edificios, igual que sucedió con otras artes decorativas (cerámica, forja...). Muchos escultores colaboraron con los arquitectos, algunos de forma anónima, como los que trabajaron con Gaudí en la decoración de la puerta del Nacimiento de la Sagrada Familia de Barcelona. Otros escultores, trabajaron independientemente de la arquitectura, realizando obras exentas o de bulto redondo. Suelen abundar los desnudos femeninos, a caballo entre el realismo y simbolismo, con fuerte lirismo que nos retrotrae al Romanticismo y carácter sensual. Privilegian las formas sinuosas. Algunas piezas escultóricas de pequeño tamaño presentaban la técnica criselefantina (oro y marfil). Otros materiales frecuentes en la escultura Art Nouveau europea fueron el mármol, la piedra e incluso la porcelana. Entre los escultores modernistas destaca Josep LLimona. Con clara influencia de Auguste Rodin.


Josep LLIMONA (1864-­­1934) 


Josep Llimona .Desconsuelo, de 1907.




Juventud (1913)


Josep Llimona nació en Barcelona en 1864. Está considerado como uno de escultores más destacados del modernismo catalán. Estudió en la escuela Llotja de Barcelona y en Roma completó sus estudios gracias a una beca del Ayuntamiento barcelonés. En Italia recibe la influencia de la escultura renacentista florentina. Con las obras que realizó en Roma consiguió una gran celebridad, por ello, a su regreso a Barcelona, los encargos y las realizaciones fueron constantes. Incluso fundó, en 1982, junto a su hermano, el pintor Joan Llimona, el "Centre Artístic de Sant Lluc", que era una asociación artística catalana de carácter religioso y de gran influencia dentro del mundo artístico de Barcelona. A partir de una estancia en París, su estilo derivará hacia el modernismo. De este periodo destaca su escultura femenina en mármol Desconsol, de 1907. Esta obra fue un referente del modernismo catalán. En la misma línea que Desconsol, destaca la sensual Juventud (1913).




El cartel es un mensaje visual (litografiado e impreso en papel por lo general) de mediano o gran tamaño, realizado para ser adherido temporalmente sobre un soporte rígido, como una pared, por ejemplo. Surge para ser reproducido masivamente. En él se yuxtaponen textos e imágenes con la finalidad de transmitir un concepto de fácil comprensión. Este mensaje puede ser de tipo propagandístico, si presenta una función y significación política, o publicitaria (espectáculos, alimentos, etc.). Sin embargo, también puede tener una mera finalidad artística, como objeto y sujeto estético.
Por lo general, suele existir una homogeneidad total de estilo entre la tipografía y la imagen representada
La edad de oro del cartel surgió entre los años 1880­ 1910 en pleno auge del Modernismo o Art Nouveau. Es ingente la nómina de artistas reconocidos que dedicaron sus esfuerzos en la producción de carteles, ese “grito en la pared” como ha sido frecuentemente definido: desde el postimpresionista con toques modernistas Henri Toulouse-­­Lautrec hasta Leonetto Cappiello, pasando por Jules Chéret, Henry Van de Velde, Alphonse Mucha, Ramón Casas, Alexandre Riquer, etc. En definitiva, el cartelismo experimentó en esta etapa, vinculado al Art Nouveau, un auge sin precedentes. Aunque el precedente del cartelismo modernista tiene en Toulouse Lautrec a su precursor, podríamos considerar al francés Jules CHÉRET (1836- 1933) como el iniciador de los carteles artísticos y publicitarios. Concibió sus obras como auténticos “murales”, inspirándose esencialmente en el arte barroco y rococó. Creó un arquetipo de mujer alegre y desenfadada, las denominadas cheretes, que repite una y mil veces en sus carteles y que intentan ser una superación de la dicotomía, entonces tan en boga, entre la mujer ángel versus la mujer fatal. La influencia de Chéret en el arte de su tiempo, en particular en el cartelismo, fue duradera. Fomentó el diseño publicitario y llegó a realizar más de 1000 carteles.

  • Concepto visual:

Uso de flores y plantas para dar la idea del movimiento en la naturaleza, en algunas ocasiones se utilizan insectos como mariposas y arañas para dar más dinámica a la forma.

  • Uso de la forma:

Estilizadas y ondulantes, jamás líneas rectas. Las mujeres se pintan altas y flacas, con el pelo en movimiento, "como simulando la acción del viento".

  • La magia del color:

Se usan de preferencia el contraste entre el negro y los tonos pastel. Se utiliza el amarillo o el azul para acentuar las formas.

  • Belleza funcional:

La influencia de la revolución industrial estimuló a que la gente quisiera tener este tipo de arte en su casa, y de ahí se deriva su función decorativa.

Se desligó del Simbolismo en busca de una autenticidad de época y a su extraordinaria difusión contribuyó lo agradable y fácil de su lectura.

  • La ausencia de toda línea recta y de cualquier ángulo derecho. Son las líneas curvas que se deslizan al infinito, los volúmenes inflados o más delgados, la naturaleza que sirve de modelo, las formas ornamentales imitando las flores, las hojas, las líneas vegetativas torcidas que dan una impresión de agilidad y de encanto. Los motivos usualmente representados eran las azucenas, orquídeas o iris, las plantas y hojas orientales como el papiro o las palmeras. Los animales fueron estilizados pero sobre todo los insectos y los pájaros con bellos colores como la libélula, el pavo real, el cisne, las golondrinas, pero, y sobre todo, el cuerpo femenino de formas redondas y con sus largos cabellos ondulados como suaves olas.

Jules Chéret:





Primer artista moderno del cartel como ilustración (1836.-1932), revolucionó la publicidad. Dibujaba figuras idealizadas, realzando su vitalidad y movimiento. Se inspira en el barroco, con lineas de colores planos encuentra profundidad en sus dibujos y conseguía conectar con los gustos populares.

Con Cheret se empieza a entender el cartel como un nuevo lenguaje en el que se transmiten mensajes e ideas de forma sencilla y directa, creando vínculos con los espectadores y haciéndoles responder así a una serie de estímulos concretos. Los carteles de Cheret son un reflejo de la pintura mural europea en la propia calle, sus obras expresan el espíritu de la época llamada “fin de siécle”, dotándole de un sentido alegórico y rompiendo con el estilo artístico del naturalismo en beneficio de representaciones ligadas a la promoción de productos y del mundo del espectáculo.

Chéret creó carteles para una gran variedad de productos: teatros, cabarets, perfumes, bebidas, hasta para papel de fumar.

Chéret tuvo una carrera muy larga y exitosa, abriendo camino a otros artistas del cartel como Henri Toulouse Lautrec


HENRI DE TOULOUSE LAUTREC (1864-1901)



Fue discípulo de Chéret y también otro de los precursores importantes en el diseño del cartel moderno, innovando en cuanto a colores, efectos y sobre todo tipografías.

Toulouse-Lautrec, uno de los cartelistas mas destacados del siglo XIX, introdujo importantes cambios en su contenido y en su estilo artístico.

Abandonó el impresionismo lírico de los estilos precedentes para utilizar grandes zonas de colores lisos, técnica tomada de los grabados japoneses.

Las figuras femeninas idealizadas de las épocas anteriores fueron sustituidas por personas reales, aunque sutilmente estilizadas, formando viñetas, como una mujer bebiendo en un bar, o un caballero y una dama sentados a una mesa besándose.

El artista redujo la importancia del texto, obligando al espectador a concentrar su atención en el aspecto pictórico del cartel.

Lautrec acentúo las características de la obra de Cherét, aunque buscando en ese medio una forma de expresión para sí mismo, refugiándose en la vida nocturna de la Ciudad, logró capturar por medio de estos carteles la expresión misma de la vida, alejándose completamente de la pintura de caballete o litografías de libros, no trataban de agradarle al público sino simplemente era una forma de expresión artística.

Usó la técnica de:

+ Plastas de colores retomadas de los grabados japoneses y la expresión mínima del texto llevaron al cartel a una nueva era casi pictórica, dirigiéndose directamente a los sentidos del espectador. Su aportación fue de gran importancia,

+ También realizó innovaciones en tamaño, color y forma.



El Checo ALFONS MUCHA (Ivancice, 1860 – Praga,1939) es el máximo exponente del Art Nouveau.

Vida y obra de Alfons Mucha. Vídeo.



Para comprender la relevancia que tuvo dentro del Modernismo baste recordar que el concepto Art Nouveau se asoció en un principio al llamado Estilo Mucha, como si de la misma corriente artística se tratara.

Pintor, ilustrador, diseñador gráfico y artista decorativo, Mucha elaboró una impronta personal netamente codificada e inconfundible que lo llevó primero al éxito internacional y más tarde, tras años de una carrera que asombra por lo prolífica, a ser reconvenido por el gran público. Irónicamente, su aclamado estilo se percibirá ya desfasado a las puertas de la Primera Guerra Mundial, vanguardias mediantes.

Pero empecemos por el punto de inflexión en la historia de Mucha, esto es, la oportunidad que se le presenta a finales de 1894 y que sabrá utilizar a su favor. Tras años de formación y trabajos de calidad diversa en Moravia, Viena y Munich, Mucha se había acabado instalando en París, lugar donde recibe el encargo que determinará el resto de su vida profesional: la confección del cartel para la obra de teatro Gismonda, de Victorien Sardou.

La comitente no es otra que Sarah Bernhardt, actriz, empresaria del Théâtre de la Renaissance y uno de los personajes más influyentes del París de la época. Bernhardt quedará fascinada por este cartel, que en enero de 1985 copa las calles de la ciudad despertando considerable revuelo por su estética novedosa y su gran tamaño. Pronto la Bernhardt le ofrecerá a Mucha un contrato en exclusiva para los siguientes seis años, en los que no sólo se encargará de la cartelería, sino que diseñará decorados, vestuario y complementos para su compañía.

A raíz de este feliz encuentro, la fama y obra de Mucha crecerán exponencialmente. Al mismo tiempo, se codificará, repetirá e imitará ad infinitum por todo Europa su particular estilo, en el que abundan las figuras femeninas como alegorías del placer mundanal. Jóvenes lánguidas, de melenas exhuberantes cargadas de flores y joyas, con vestimentas de corte neoclásico e indefectiblemente enmarcadas por círculos de filigranas, símbolos y arabescos, configurarán este arquetipo femenino de Mucha.

El ornamento decorativista que refuerza las imágenes remite al lujo y la ostentación orientales así como a la linealidad del grabado japonés, de tanto calado entre los pintores occidentales del momento. En resumen, Mucha sintetizará diversas influencias vigentes en su época, sin olvidarse en el proceso de plasmar su propia mirada artística.

Podríamos hablar interminablemente del arte total de Mucha, ya que tocó desde escaparatismo a decoración de interiores, diseño de joyas, muebles, vestuario y decorados teatrales, entre otros muchos ámbitos de la vida cotidiana y artística.



Si nos centramos en su vertiente gráfica, la retahíla de aspectos explorados no disminuye. Mucha realizó innumerables ilustraciones para libros, calendarios, postales, paneles decorativos e incluso diseños de sellos y billetes de banco. Eso sí, su cartelería comercial sigue siendo todavía lo más célebre de su producción:

Además de adelantarse a su tiempo utilizando de una forma absolutamente moderna la publicidad y de contribuir a la popularización de las artes gráficas, Mucha fue pionero en dedicarse a las artes decorativas con las mismas minuciosidad, elaboración y calidad con las que se entregó a las bellas artes.

Gracias a ello, logró difuminar la severa división que siempre había existido entre ambas, rescatando las artes útiles del cajón de lo artesanal para elevarlas a la categoría de arte. De ahí que varios autores consideren a Mucha como uno de los padres de la ilustración moderna. Baste considerar esto para comprender el significado que conserva su obra hoy en día.

Ampliación:

1-Mucha se mudó a París en 1887 y continuó sus estudios, produciendo al mismo tiempo ilustraciones para revistas y publicidad.

Su salto a la fama lo logró con su primer cartel litográfico para la actriz Sarah Bernhardt y su Théâtre de la Renaissance, el cartel anunciaba la obra Gismonda de Victorien Sardou, apareció en los primeros días de enero de 1895 en los muros de París, y causó una auténtica sensación. Sarah Bernhardt ofreció inmediatamente a Mucha un contrato de exclusividad por seis años. Los carteles realizados para ella contribuyeron a difundir la fama de la actriz más allá de las fronteras de Francia. Hasta 1901, Mucha no solo fue responsable de los carteles publicitarios, sino también de las escenografías y los vestuarios del Théâtre de la Renaissance. Fue esta obra, con su estilo exuberante y estilizado, lo que le dio tanto fama como numerosas comisiones.

+ El estilo florido de Mucha, salta a la fama cuando Mucha fue presionado para producir un cartel para Sarah Bernhardt, la brillante actriz que había tomado París con sus actuaciones. Con influencias de los Pre-Rafaelistas, y del arte bizantino, este estilo dominó la escena parisina y en los diez años siguientes y se convertiría en el principal movimiento decorativo internacional del cartel hasta Primera Guerra Mundial.

Mucha visitó los Estados unidos entre 1906 y 1910, retornando luego a tierras checas para establecerse en Praga, donde decoró el Teatro de Bellas Artes así como otros lugares distintivos de la ciudad.

Cuando Checoslovaquia obtuvo la independencia, tras la Primera Guerra Mundial, Mucha diseñó sellos postales, billetes de banco y otros documentos gubernamentales para la nueva nación. Pasó muchos años trabajando en lo que consideró su obra maestra, La Épica Eslava (Slovanská epopej), una serie de enormes pinturas que describen la historia de los pueblos eslavos que fueron donadas a la ciudad de Praga en 1928. Mucha había soñado con completar esta serie, una celebración de la épica eslava, desde su juventud.

Al invadir los alemanes Checoslovaquia, Mucha fue arrestado e interrogado por los ocupantes.

Nunca se recuperó de la tensión de este episodio, ni de ver su país invadido y vencido. Murió en Praga el 14 de julio de 1939.

RESUMEN SOBRE ALFONS MUCHA:

  • Considerado el padre del Art Nouveau, el nombre del célebre artista checo Alphonse Mucha está ligado a las icónicas imágenes de sensuales y misteriosas mujeres, protagonistas de la cartelería del París de principios del siglo XX.
  • Convirtió las Arts & Crafts en una de las Bellas Artes. Muy ligado a la publicidad y al diseño, sus figuras decorativas son el paradigma de lo que se conoció como Modernismo.

  • El reconocimiento le llegaría al autor de la mano de la actriz Sarah Bernhardt para la que realizó el cartel de la obra Gismonda. El poster causó tal impacto en la “divina” que haciendo gala de gran olfato para adivinar el talento le contrataría en exclusiva por seis años. Un trabajo revolucionario que le abrió de par en par a Alphonse Mucha las puertas de la gloria internacional. Las calles se llenaron de sus dibujos y todo el mundo fue cambiando hacia ese arte tan moderno y eficaz a la vista.
  • El creador también mantuvo un pronunciado lado místico.
  • Pincelada suelta, colores pastel, formas sinuosas y estilo bizantino con presencia de elementos de la naturaleza.
  • Su arte nunca pasó realmente de moda y desde todas las corrientes modernistas europeas al art decó bebieron directamente de su estilo. Evidente es su influjo en, por ejemplo, los carteles hippies de los años 60 o la huella masiva del artista en toda la ilustración desde 1900 hasta hoy.

Enlaces sobre Mucha de interés:



Leonetto Cappiello (1875-1942)





Nació en Livorno en 1875. Diseñador y cartelista italiano, perteneciente al estilo Art Decó, se caracterizó por su estilo “cheretiano”. Llegó a ser uno de los cartelistas e ilustradores más famosos de principios del siglo XX. Sus obras cuelgan en algunos de los museos más importantes del mundo. Todo empezó tras un viaje a París. Capital mundial del Arte. Es de los pocos artistas que no estudió en Academias.

Destaca en dos campos:
• La caricatura se convirtió en su principal medio de vida entre 1898 y 1905. Por su lápiz pasaron personajes de la sociedad, del mundo artístico, de la política y del teatro. A Cappiello nadie le enseñó a dibujar y, paradójicamente, sus caricaturas muestran un dominio del trazo digno de los mejores dibujantes.
• El cartel. Recibió influencias de Tolouse-Lautrec, del colorido de los carteles de Jules Cheret. Sus carteles se caracterizaran por una superficie neutra sobre la que destaca la figura, el trazo elegante y las formas simplificadas, elimina los excesos decorativos y aquello que le convertiría en uno de los creadores del cartel moderno: la relación directa de las figuras que aparecen en sus carteles con el producto publicitado. Utiliza un mensaje directo, con un impacto visual ineludible. Era moderno.

Le llaman “el Padre de publicidad” moderna. Como ejemplos de carteles publicitarios para: Quina Maurin, Chocolat Klaus, Cinzano, Pirelli, etc.

Más sobre Leonetto Cappiello:


RAMÓN CASAS (1866­-1932) 

La génesis del cartel modernista catalán va ligado a la promoción de espectáculos teatrales y musicales, así como las publicaciones de libros y las exposiciones de Bellas Artes. Andando el tiempo, el auge de la industria catalana a finales del siglo XIX propiciaría el desarrollo del cartel modernista para difundir sus productos: chocolate, textiles, licores, champagne, etc.
Estos carteles privilegian la línea sobre la mancha. Las figuras aparecen definidas en muchas ocasiones, de perfil sobre un fondo monocromo. Se aprecia el gusto por mostrar espacios unitarios. Grandes pintores catalanes (como los ligados al grupo de Els Quatre Gats) produjeron inolvidables carteles publicitarios modernistas. Entre ellos podemos destacar a Ramón Casas y Alexander de Riquer. Ramón CASAS, el más parisino de los artistas catalanes de la época, no fue solo un excelente pintor, que supera el marchamo de modernista, sino también un gran ilustrador, dotado de un talento poco común. La mujer como en el resto de los carteles europeos modernistas es la auténtica protagonista de los carteles de este artista. Como Picasso no rehúye las representaciones de majas o manolas en sus ilustraciones, en las que no faltan los mantones de Manila ni la castiza flor en el pelo. Son ejemplo de ello, los famosísimos carteles de Anís del Mono. Impresionante también su Sífilis en el que se anunciaba un sanatorio para la curación de enfermos de esta dolencia. Muestra a una mujer, desmejorada y pálida, presumiblemente una prostituta, ofreciendo tentadora una flor con una mano pero escondiendo con la otra una serpiente, alusión a la sífilis como lo es también la forma sinuosa de esa letra. De este cartel existe, además un excelente dibujo preparatorio del año 1900. 

ALEXANDRE DE RIQUER (1856-­­1920) 





Fue una de las figuras más importantes del modernismo catalán. Pertenece a una familia aristocrática, recibe una formación exquisita en Roma, París y Londres, en esta última ciudad descubre a los prerrafaelistas y  a la pintura japonesa que ejercerán una gran influencia en su obra.

Riquer destacó especialmente como diseñador gráfico, con gran dominio del dibujo. Su gran producción artística influyó en la estética modernista, siendo el autor de algunas de las imágenes gráficas más representativas del modernismo catalán. Hizo:  carteles, aguafuertes, ilustraciones en libros y revistas, diplomas, postales, sellos, recordatorios, menús, partituras, tarjetas comerciales y ex-libris.

En esta época el  cartel ve crecer su importancia como elemento de promoción comercial, cualquier tipo de producto – alimentos, bebidas, medicamentos, muebles, espectáculos, vehículos, etc. – es anunciado por este procedimiento.

Los mejores carteles de Riquer se caracterizan por: la decoración simbólica, por la técnica japonesa del formato muy alargado y por la disposición de los colores en manchas sin relieve, separadas por líneas espesas, de tonalidad cromática apagada, muy armónica. Aparece, como elemento central, la figura femenina acompañada habitualmente de formas curvas,  junto a representaciones de elementos naturales, básicamente vegetales. Los motivos que aparecen en los carteles transmiten una imagen de vitalidad que exalta la juventud, la vida, la representación de lo positivo: el sol naciente, la alegría.


LAS ARTES DECORATIVAS MODERNISTAS: MOBILIARIO, VIDRIO Y JOYERÍA



 Las artes decorativas experimentaron un etapa de esplendor bajo el Art Nouveau. Debe decirse que el Art Nouveau, en general se apasionó por los objetos de uso cotidiano en una medida hasta entonces desconocida: "todo podía concebirse como obra de arte". La cerámica, junto con la joyería y el vidrio fueron los materiales más apropiados para plasmar los ideales del Modernismo, no sólo desde el punto de vista estético sino también práctico o utilitario. Las notas distintivas del mobiliario modernista europeo vienen dadas por su inspiración en la naturaleza, el uso de líneas sinuosas y la asimetría. La mayor innovación en la decoración de interiores se sitúa en la búsqueda de la unidad, la homogeneidad de estilo que abarca hasta los mínimos detalles decorativos como: los picaportes, las artes textiles, los vasos cerámicos o las lámparas. Sin embargo, no escapan a ciertos paralelismos con la tradición, a pesar de sus intentos de ser modernos, en particular son frecuentes las referencias al Gótico, el Barroco o el Rococó. El Gótico les sirve como modelo teórico, el Barroco como fuente de inspiración en la concepción plástica de las formas y el Rococó como aplicación de la asimetría. El Japonismo con el tratamiento lineal de los volúmenes está también presente. Quieren crear un vocabulario nuevo utilizando materiales tradicionales como: la madera, la piedra, el acero y el cristal, habituales en la decoración de interiores. La madera toma formas extravagantes. Imitan los entrelazos fluidos de la naturaleza con formas tortuosas. Las líneas ondulantes y sensuales impregnan las estructuras de los muebles: sillas, armarios, mesas, camas, etc. 

Museo de las Artes Decorativas Art Noveau de Nancy

En la localidad francesa de Nancy es donde las afinidades entre el Rococó y el Art Nouveau con respecto a la decoración de interiores se hacen más evidentes. La Escuela de Nancy, constituida en torno a Émile Gallé en 1901, trabaja en una vertiente plenamente naturalista con una fuerte dosis de simbolismo de origen literario. Las tipologías de los muebles realizados por Gallé son las tradicionales (fundamentalmente basadas en los estilos Luis XIV y Luis XVI) pero cambia la estructura sinuosa y la abundancia de motivos florales y animalísticos como libélulas o mariposas. La ornamentación aparece tallada o incrustada aplicando diversos materiales (nácar, vidrio) o maderas como el ébano (marquetería). Entre sus obras destacan la cama mariposa. Gallé además, incluye en sus muebles inscripciones literarias de contenido simbólico. A este artista se debe también una extraordinaria y muy innovadora producción de objetos de vidrio

Célebres arquitectos modernistas como Gaudí o Mackintosh, cada uno en su estilo, diseñaron muebles perfectamente integrados en su arquitectura. Entre los muebles más representativos de Gaudí destacan las sillas de la casa Batlló o Milá. Los muebles de Mackintosh, aunque se convirtieron en iconos del diseño moderno, no se adaptaban muy bien para ser fabricados en serie e incluso presentaban defectos técnicos pues le gustaba trabajar con artesanos sencillos, antiguos constructores de barcos y no con exquisitos ebanistas como hacían los artistas del Modernismo en Nancy, París o Viena.

Silla mecedora de Víctor Horta

Silla de Van de Velde

Silla de Olbrich



En Bélgica destaca el mobiliario e interiorismo diseñado por Victor Horta y Henry van de Velde. En Alemania, el Jugendstil se desarrolla fundamentalmente en Munich y Darmstadt y en el mobiliario que allí se produce, encontramos el linealismo floral característico del Modernismo. En la Secesión Vienesa, la vertiente austriaca del Art Nouveau, se percibe una mayor geometrización en los elegantes muebles diseñados por los arquitectos como Olbrich. En España el protagonismo del mueble modernista se centra en los arquitectos catalanes, especialmente en Antonio Gaudí.


VIDRIO Y JOYERÍA MODERNISTA

Entre los objetivos del Art Nouveau se hallaba conseguir la unidad del arte y la vida así como reaccionar contra la fealdad de los objetos industriales realizados en serie y desprovistos de carga estética. Es por ello que los artistas de este estilo quieren embellecer la realidad cotidiana tomando a la naturaleza como fuente de inspiración: flores, plantas, árboles, insectos u otros animales aparecen por doquier en las artes decorativas modernistas, en especial en el mobiliario, la joyería y en las artes del vidrio, tanto por lo que se refiere a las vidrieras como a todo tipo de piezas decorativas y funcionales. El vidrio experimentó, ya desde inicios del siglo XIX, grandes avances técnicos que implicaron una mejora en la calidad de la producción de las piezas. La técnica del moldeado con presión se inventó en Estados Unidos en la década de 1820 y el poder del vapor se aplicó sistemáticamente para cortar el vidrio. Pero más importante fue el interés que se dio a las composiciones químicas de las fórmulas empleadas para incrementar la eficiencia del soplado. Estilísticamente, hasta que surgió en Modernismo a finales de siglo, el vidrio estaba marcado por el eclecticismo e historicismo imperantes en la época.


Émile GALLÉ 




Émile Gallé no fue solo un afamado ebanista, quintaesencia del Modernismo, sino también ceramista y maestro vidriero. Fascinado por la naturaleza, “mis raíces son profundas en el bosque” era el lema sobre la puerta de su estudio, produjo piezas únicas de una calidad exquisita. Tenía influencias también del Japonismo. Gallé destacó sobre el resto de los artistas del Modernismo. Inspiró a toda una generación de artistas e hizo de la Exposición Universal de París de 1900 un escaparate formidable de sus creaciones de vidrio que no han tenido parangón. Sin duda supuso un punto de inflexión en la historia del vidrio. Recordemos que Gallé había nacido en Nancy y en esa ciudad el vidrio era la industria tradicional. Además de una completa educación que incluía literatura y botánica. Las creaciones más personales de Gallé también reflejan su afición por la literatura: a menudo plasmaba fragmentos de obras de poetas franceses directamente sobre el vidrio (Victor Hugo, Baudelaire…) así como Shakespeare o la Biblia. Una de las innovaciones más destacadas que utilizó Gallé fue el “cristal con camafeo” donde se esculpían dos o más capas de vidrio o se retiraban con ácido dejando el diseño en relieve de uno o más colores, sobre la base. Esta técnica era de origen chino. La prosperidad del negocio de Gallé se basó en una versión de su técnica de camafeo de producción en masa y el uso de ácidos en el proceso de grabado. Los efectos combinados de color y transparencia le proporcionaban a Gallé tonos iridiscentes a sus piezas. Dos de sus obras más destacadas fueron Mainaux algues (mano con algas) y la lámpara Les Coprins donde se muestra las tres fases de crecimiento de un hongo.


LOUIS COMFORT TIFFANY (1848-­­1933) 


Cómo se hace una lámpara Tiffany hoy.

Ningún diseñador americano estuvo más estrechamente vinculado al Art Nouveau que Louis Comfort Tiffany. Sus luminosos diseños de lámparas de cristal, con viva policromía fueron innovaciones técnicas de gran belleza artística. Los principales motivos decorativos de sus diseños son de carácter floral y animalístico. Louis Comfort Tiffany era hijo del fundador de la mítica joyería Tiffany de Nueva York. Empezó su carrera como pintor pero en 1878 dio un giro a su vida abriendo una empresa de diseño de interiores en la ciudad de los rascacielos. Se convirtió en uno de los diseñadores más célebres de Estados Unidos, con una clientela selecta y adinerada. Después de visitar Europa en 1889 y conocer el vidrio antiguo (romano), el veneciano, y la obra de Émile Gallé, decidió centrar sus esfuerzos en la producción de vidrieras, lámparas y objetos netamente Art Nouveau. Su inspiración, como no podría ser de otra forma siendo modernista, fue la naturaleza. Tiffany fue de los primeros en reconocer el potencial que llevaba aparejado el invento de la electricidad para los artistas Art Nouveau. Recordemos que la invención de la lámpara eléctrica incandescente por Thomas Edison en la década de 1880 supuso un desafío para los diseñadores de vidrio que ya no estaban forzados a crear lámparas que las protegieran de las llamas. Así las cosas, hacia 1906, había realizado con gran éxito más de 125 diseños de lámparas, los objetos más célebres de su producción. Utilizaba paneles emplomados de cristales de colores como si fuera una vidriera tradicional, siendo así sus diseños, fácilmente reconocibles y muy imitados. 


LA JOYERÍA MODERNISTA deseaba aunar utilidad y belleza, forma y función. Son piezas esteticistas, de diseños sinuosos y orgánicos y de inspiración naturalista y sensual (flores, libélulas, mariposas…). La mujer se configura como uno de los motivos “decorativos” más habituales: se realizan muchas esculturas cerámicas (bustos) y se utilizan también como motivo “ornamental” de broches o colgantes. Suelen ser mujeres sensuales y etéreas de pelo largo y ondulado. ¿Cuál era su fuente de inspiración? La escultura, las artes decorativas modernistas y en especial la obra del maravilloso pintor y diseñador de artes gráficas, el checo Alphons MUCHA. Su influencia será palpable en todos los diseños Art Nouveau, incluso colaborará con el orfebre George Fouquet.

Las joyas Art Nouveau triunfaron plenamente en el panorama europeo hacia el año 1900, coincidiendo con la Exposición Internacional de París. En ocasiones no pierden la tendencia a los revivals e historicismos ligados a reinterpretaciones de modelos del siglo XVIII y XIX. El artista francés René LALIQUE (1860-1945) hacia el año 1900 empezó a trabajar el vidrio para realizar objetos artísticos, joyas, jarrones, frascos de perfume y vidrieras obteniendo un gran éxito desde sus inicios. Con el paso del tiempo evolucionaría hacia el Art Déco a partir de 1920 . Con Lalique el vidrio alcanzó la categoría de arte con mayúsculas.

MÁS RECURSOS SOBRE EL ART NOVEAU: