martes, 12 de enero de 2021

PABLO PICASSO



  1. LAS ETAPAS PICTÓRICAS DE PICASSO 

Pablo Ruíz PICASSO (1881-­­1973) es el único artista que además de tener su época, compartida con sus contemporáneos, tiene sus etapas propias e individuales. Sus épocas son de las que hacen época, tan variadas y hasta opuestas. 

La época de Picasso ha durado cerca de un siglo y podríamos decir que sus influjos siguen perdurando en el arte contemporáneo. Nació el 25 de octubre en Málaga en 1881 en el seno de una familia de la pequeña burguesía andaluza. Su padre, José, era profesor de dibujo en la Escuela de Artes y Oficios de su ciudad natal. En 1891 el padre, que fue su primer maestro, fue nombrado catedrático de instituto en La Coruña y la familia emigró allí. 


PERÍODO DE FORMACIÓN

En Galicia, el niño Pablo empezó a pintar (Chica descalza). Fue un dibujante nato desde su más tierna infancia. En 1896 se establecieron en Barcelona y Picasso comienza a estudiar en la escuela de la Lonja. En la ciudad condal tendría su primer taller donde pinta dentro de la tónica de la pintura española del momento: Ciencia y caridad, El Monaguillo, La primera comunión. 

Chica descalza

Ciencia y caridad

El monaguillo

La primera comunión


Paulatinamente abandona el academicismo adquirido en su casa y en sus enseñanzas y se vincula al Modernismo a través del grupo Els Quatre Gats de Barcelona. Fundado por Romeu, este local –que todavía existe-­­ era una especie de cabaret intelectual admirable, donde se impartían conferencias, recitales de poesía modernista, presentaban espectáculos, exponían cuadros... y se reunían los amigos-­­ pintores Ramón Casas, Hermen Anglada Camarasa, Santiago Rusiñol, etc. Picasso recibe allí la influencia parisina, sobre todo de Ramón Casas, que viajaba allí continuamente. De estos inicios a caballo entre el MODERNISMO y el POSTIMPRESIONISMO (1899- ‐‐1900) nos dejará obras impagables como su Moulin de la Galette (1900). 

Moulin de la Galette 

Esta pintura tiene poco que ver con la visión alegre y desenfada de Renoir sobre el mismo tema. En Picasso el acento es más malévolo y nocturno, con señoras de aspecto dudoso y misterioso. En ese viaje a París de 1900 fue vital su amistad con el gran pintor Isidro Nonell que le influyó muchísimo. Picasso dejó España en 1904 para establecerse definitivamente en Francia, unas veces en París, otras en el sur de del país galo, entre otras zonas. Pero conviene recordar que visitaba frecuentemente su país natal y que nunca renunció a su españolismo, lindando en lo patriotero y la españolada (la manola, el torero…) a la que dio una dimensión universal. 
A inicios del siglo XX vive entre Barcelona, Málaga, Madrid y París, donde como hemos dicho se establecerá definitivamente en 1904 (en el barrio de los artistas, Montmartre). En Madrid fundó una revista llamada “Arte Joven” que solo duró dos números. Vuelve a París y expone ya desde el principio en las grandes galerías parisienses como la del genial marchante Ambroise Vollard. Pinta por aquel entonces muchos temas modernistas, mucha Manola, mucho mantón de Manila... Expone también en Barcelona en la mítica Sala Parés. Aunque se han señalado numerosas etapas en su producción artística que son: 

ETAPA AZUL (1901-1904)




Es una época marcada por el Modernismo teñido de Simbolismo. Emplea el color azul sistemáticamente. El azul es el color modernista y simbolista por excelencia. Recordemos el libro de poemas “Azul” de Rubén Darío. Es un color lleno de carga poética, amarga y nostálgica. En este periodo pinta:  maternidades, escenas circenses, ciegos, músicos, retratos (con influencia de El Greco), etc. Algunos de estos temas se harán presentes a lo largo de toda su producción plástica.


ETAPA ROSA (1905-1906)





 De corta duración pero muy fructífera. Picasso emplea tonos ocres, rosas, gamas calientes... Parece que la vida le empieza a sonreir, ve la “vie en rose”, ya no pasa hambre, está teniendo amigos y entabla relaciones con su primera musa conocida, Fernande Olivier , quien por cierto, andando el tiempo escribiría uno de los mejores libros sobre el artista malagueño llamado “Picasso et ses amis”. Conoce también al gran poeta Apollinaire, André Salmon, Max Jacob… 

 

LA ETAPA CUBISTA (1908-1916).


En 1905 Picasso viaja a Holanda, momento del surgimiento del Fauvismo en París que causarán una verdadera revolución en el Salón de Otoño de París. En 1906 conoce a Matisse y serán amigos hasta que el pintor francés muera. Por aquel entonces, Picasso, como el resto de los artistas vanguardistas de la época, se sentirá fascinado por el arte primitivo, las máscaras africanas, el arte íbero o el románico, el arte anticlásico. Hay algunos autores que hablan de un Periodo Negro o Protocubismo, desde 1907 a 1909.  

Con la revolución cubista, se aplica un procedimiento escultórico a la pintura que la descompone en planos, destruyéndose así, el sistema de representación basado en la perspectiva albertiana vigente desde el siglo XV. Realiza bodegones muy cézannianos de tonos verdosos, marrones y beige.

Las señoritas de Aviñón, la obra seminal del Cubismo, la inicia en 1906, y la continúa en 1907. Desconcertó profundamente a todo el mundo, incluso a sus amigos. Georges Braque dijo de ellas que era como si nos quisiera hacer comer estopa o beber petróleo. No la entendían ni les gustaba. Pero en las modas estéticas, una vez dado el primer paso, todo es empezar. Rompe heroicamente con todo lo anterior, como si no hubiera hecho nada antes. Era una facultad suya, siempre innovando, siempre creando. La época rosa funcionaba muy bien económicamente. Pero él decide hacer tábula rasa y empezar de nuevo. Renuncia a tener un estilo con etiquetas que tenga en el mercado una aceptación inmediata. El Cubismo tardó años y años en entenderse, en venderse y en ser aceptado. 


Entre los años 1908 y 1912 desarrolla el Cubismo analítico. Poco después empieza el Cubismo sintético (1912-16) que coincide con que la ruptura de Picasso con Fernande mientras entra en su vida una nueva musa y amante, muy discreta, llamada Marcelle Humbert que él va a llamar Jolie Eve. Murió en 1916. Fue la musa del cubismo sintético. 
Con el Cubismo sintético hay una especie de relajamiento, de alegría de vivir tanto en las formas (se admiten curvas) como en los colores que comienzan a ser espléndidos, como la base de color azul, alusión al cielo o el mar. Más que partir del análisis del objeto (el analítico), el sintético parte de una composición casi geométrica, abstracta.

Juan Gris fue el más célebre cultivador de esta tendencia. Se relacionan los objetos entre ellos. Consistía en organizar el cuadro en formas geométricas abstractas y dentro de ellas, incrustar a los objetos. Hay una alusión cada vez más poética y lejana a la realidad. Admiten muy pocos elementos, perfectamente reconocibles, y en sí mismos son intrascendentes. 

Como elementos cubistas encontramos: dados, naipes, botellas, pipas, fruteros, copas, periódicos, el velador, y muy pocas cosas más, siempre las mismas cosas de una manera o de otra. No trataban de mostrar la realidad exterior. La realidad la habían reducido de una manera arquetípica a una serie de elementos que se repiten. 
Los artistas cubistas (Braque, Gris y Picasso) utilizaron el collage que es el sistema que consiste, en lugar de pintar, en pegar papel o tela o cualquier otra materia, al lienzo con cola. En rigor no podemos decir que Picasso fuera el inventor del collage pero sí su más extraordinario cultivador. El collage les va a evitar la imitación de ciertos objetos. Por ejemplo, para simular madera pegan un trozo de papel. Picasso también lo empleará en la escultura, con una originalidad absoluta. 

PERIODO CLÁSICO/ NEOCLASICO / GRECORROMANO



Retrato de su hijo Paulo



Otra etapa muy importante de su producción es la “vuelta al orden” o el periodo CLÁSICO, NEOCLÁSICO o GRECORROMANO, que surge a raíz de un viaje a Italia. Esta etapa fascinante se desarrolló entre los años 1917 y1927 y coincidió también con su colaboración, a través de su amigo Jean Cocteau con los Ballets Rusos de Diaghilev. Se casa con una bailarina rusa llamada Olga Koplova a la que hará algunos de los retratos más impresionantes de su producción. Sus amigos están desolados porque piensan que se ha vuelto un cursi. Picasso da un giro copernicano –al menos temporalmente-­­ y se convierte en un refinado burgués amante del lujo que viviría por aquel entonces en el barrio más distinguido de París. Vuelve a temas neocubistas, se hace también expresionista –de un feísmo que ha sido denominado como “belleza otra, belleza distinta”-­­, y frecuentemente rompe con la belleza académica, para volver más tarde a ella. 


PERIODO SURREALISTA


Su etapa SURREALISTA se desarrolla entre los años 1928 y 1932. Aunque ha sido muy discutido su paso por el Surrealismo, lo cierto es que los integrantes de ese movimiento le tenían por uno de los suyos. André Breton lo elogiaba muchísimo, escribió cosas maravillosas sobre él. Les encantaba el rechazo de Picasso a la realidad convencional. En esta etapa sus obras se pueblan de personajes monstruosos, de gran tamaño y formas distorsionadas. De esta etapa destacan Bañistas al borde del mar o El sueño. Picasso colaboró con los surrealistas y fue el autor de la portada más famosa de la revista surrealista MINOTAURE, con un hombre-­­toro muy picassiano, valga la redundancia.


ETAPA EXPRESIONISTA

Guernica

Naturaleza muerta con cráneo de buey

Atando el destino de su obra al devenir del mundo, Picasso sufre cambios al tiempo que éstos se producen en el escenario internacional. En tiempos de guerra pinta deprimido, en tiempos de paz dibuja cálidas escenas. Como un tornado llegó su periodo expresionista, profundamente golpeado por la sangrienta Guerra Civil Española, por el auge del fascismo en Europa y por la Segunda Guerra Mundial.

El expresionismo de Picasso está evidentemente influenciado por su propio cubismo, pero en esta etapa son pinturas que transmiten con fuerza sentimientos y expresan dramáticamente situaciones de dolor. Un buen ejemplo de esta fase expresionista lo encontramos en La mujer llorando (1937).

El cambio en los temas (angustiosos, tristes, relacionados con la guerra y el sufrimiento) no es la única característica del expresionismo de Picasso. Habrá también una fractura en la gama cromática, apareciendo colores oscuros y sombríos. El cambio en la forma lo percibimos en obras como Naturaleza muerta con cráneo de toro (1942) y el cambio en el fondo se aprecia en el desgarrador Gato devorando a pájaro (1939). Pero sin duda la pintura más famosa de esta etapa es el Guernica (1937), que a la postre se convertiría en su obra más reconocida internacionalmente. Todo un símbolo anti-bélico que elevó a Picasso como icono del pacifismo mundial.


PERÍODO VALLAURIS





Con sesenta años y después de haber vivido una larga carrera llena de cambios e innovaciones, y con el escenario internacional más calmado, Picasso entra en su llamado ‘Periodo Vallauris’, una etapa de su vida en la que se dedicó a diseñar platos y cerámicas mientras disfrutaba de su retiro en la Costa Azul.

Abandonó la pintura durante varios años y abordó la escultura y el trabajo sobre arcilla con mucho interés. Rodeado del azul del Mar Mediterráneo y de la tranquilidad del mundo rural, Picasso se deja inspirar por los pájaros y por la luz. En esta etapa nacen otros dos hijos: Claudio y Paloma. Los temas que trata en sus cerámicas y esculturas son familiares y de ocio. Vuelven a aparecer elementos del circo, y también un especial interés en la tauromaquia.



A finales de los años 50 comenzará a reinterpretar las obras de los autores clásicos: Rafael, Velázquez, Delacroix, Manet, Goya… y realiza versiones de sus lienzos más famosos. En esta revisión de los clásicos, Picasso produjo interesante material. Ejemplo de ello es la serie de estudios sobre Las Meninas, del que realizó más de 50 versiones. Las re-interpretaciones que hizo Picasso estaban influenciadas por el cubismo que él mismo había fundado, y suponen un broche de oro a su carrera.

Pablo Ruiz Picasso murió en 1973 en el pueblo de Mougins, a los 91 años. Había sido el pintor más famoso del mundo, el artista más influyente del siglo, y nos había dejado una obra irrepetible y fascinante. Una obra en continuo cambio, en la que buscó siempre la innovación. Llevó la pintura a extremos que ningún otro artista había imaginado, y nos regaló una nueva forma de ver la realidad.


 2. LA OBRA ESCULTÓRICA DE PICASSO y su relación con JULIO GONZÁLEZ, el “padre” de la escultura en hierro. 

A Picasso no hay disciplina artística que no le atrajera: la pintura, el grabado, la ilustración, la cerámica, el diseño de vestuario para ballet, la escenografía, las joyas...y por supuesto la escultura. 


Picasso: Cabeza de mujer, Fernande

La escultura fue un capítulo esencial de su producción artística presente a lo largo de toda su carrera. De hecho realizó casi setecientas piezas, todas ellas –hasta 1912-­­ mediante técnicas tradicionales como el modelado en barro y la talla en madera. Picasso fue el iniciador de la escultura cubista, concretamente desde 1909 fecha en la que modeló su emblemática Cabeza de mujer (Fernande), busto en el que aplica el facetado múltiple, que nos recuerda al cubismo analítico. Marcó el nacimiento de la escultura cubista de bulto redondo o exenta. En ella no solo se basó en piezas de arte africano, como las máscaras tribales nimba, sino que ideó un nuevo sistema para definir los volúmenes del rostro y del cabello, transformando algunas de las formas cóncavas en convexas, sin perder un concepto plástico unitario.

En 1910, el marchante Ambroise Vollard encargó los primeros ejemplares en bronce y compró la escultura, que fue exhibida en su galería parisina durante el invierno de 1911 y recibida como uno de las piezas germinales de la escultura cubista. Posiblemente a Picasso esta escultura cubista le sirvió para profundizar en el cubismo analítico. Desde antiguo, en los talleres de pintura se recomienda complementar el trabajo de caballete con el estudio de modelado. 


Naturaleza muerta con guitarra, 1913

Sea como fuere, a partir de 1912 Picasso y Braque, produjeron guitarras y violines de cartón y cuerda, después incluso con chapa de metal y alambre. Hacia 1914 realizaron bodegones entre pictóricos y escultóricos, con ensamblajes de madera, metal y otros materiales pintados. La proximidad a la pintura hizo que estas piezas se denominaran tableaux-­­objets, es decir, cuadros-­­objeto. Es el camino del arte del objeto al arte del concepto... 


Mujer en un jardín


Cabeza de mujer, 1929

El collage y el ensamblaje fueron fundamentales en el desarrollo posterior de la escultura de Picasso. Picasso no cesó de innovar en su producción escultórica. Para él fue vital conocer al escultor catalán JULIO GONZÁLEZ (1876-­­ 1942), un español de la Escuela de París, y “padre” de la escultura en hierro, quien le inició en las técnicas de la forja en 1928. González era pintor, escultor y orfebre. Se había formado como artesano en el taller de escultura de su padre en la Barcelona modernista. En París aprendió una técnica industrial, la soldadura autógena, decisiva para la renovación de la escultura. La producción escultórica de González oscila entre la influencia cubista, la experimentación basada en el arte primitivo y africano, el Expresionismo y el Surrealismo. Para él, la escultura es dibujo en el espacio. Trabajó con Picasso entre 1928 y 1932. El artista malagueño recurrió a la ayuda de González para hacer sus esculturas de metal de aquellas fechas, concretamente solicitó su colaboración para realizar el Monumento a Apollinaire (1928). Deseaba elaborar una escultura funeraria dedicada a su amigo escritor con formas transparentes y vaciadas, inspirada en El Poeta asesinado escrita por Apollinaire en 1914. De este aprendizaje con González serán fruto una serie de esculturas picassianas de metal, de la que forman parte, además de piezas como Mujer en un jardín, Cabeza de mujer y Cabeza, todas ellas creadas en torno a 1930. La obra escultórica de Picasso a partir de este momento es, además de muy rica y prolífica, uno de los capítulos más fascinantes del arte de nuestro siglo. Excede, con mucho, el horizonte del Cubismo y de optar por vincularla a alguna corriente compartida, se encontraría más cómoda entre los autores del Surrealismo. Pero Picasso escapa a las etiquetas: es inútil circunscribir la variedad de su producción escultórica a una única tendencia dada la abundancia y fertilidad de sus medios expresivos, que cambia según considere oportuno (cubista, clasicista, expresionista, surrealista...) 

Seguirá trabajando de una forma libre diversas técnicas con distintos materiales durante toda su vida.





JULIO GONZÁLEZ.  Barcelona, España, 1876 - Arcueil, Francia, 1942


J. González. Hombre cactus  II


La Montserrat, 1935


Mujer ante el espejo

Por su parte, la colaboración con Picasso también será fructífera para González. Hasta la colaboración con Picasso, González realizaba esculturas de pequeñas dimensiones, pero después creará figuras imponentes y complejas que le darán fama internacional. Creará esculturas filiformes de gran esquematismo y complejidad formal y otras, con planchas de hierro, en las que descompone el volumen logrando efectos lumínicos entre formas vacías y llenas. En 1937, González culminaría su trabajo escultórico con dos obras excepcionales: La Montserrat, expuesta en el Pabellón Español de la Exposición Internacional de París de 1937, y Mujer ante el espejo, una audaz síntesis entre Cubismo, Surrealismo y Expresionismo. 








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